Adios Voyaige 🇲🇽
June 13, 2023
Voyaige empezó el 13 de enero de 2023 a las 12:30 a.m. y me fui a dormir a las 5:30 a.m. ChatGPT sonaba por todos lados, y con solo 4 clics pude conectarme a sus APIs y crear la primera versión de Voyaige. Fue mágico. El mismo sentimiento que tuve al usar por primera vez internet o realizar mi primera transacción con Bitcoin. Las respuestas de la IA tenían sentido.
La idea de Voyaige surgió de un viaje a Miami en el 2022. Tras regresar, en enero, le pedí a ChatGPT un itinerario de 3 días en Miami que se adaptara a las preferencias de mi esposa y las mías. Y no falló. ChatGPT creó un plan muy similar al que habíamos hecho donde nos la pasamos muy bien. ¿Podría la IA hacer un plan similar para otras ciudades? ¿Podríamos tener un mejor itinerario ajustando sus valores con prompt engineering?
No pensé en Voyaige como una empresa de inmediato, lo veía más como un juguete para aprender de forma superficial qué puede y qué no puede hacer una IA. Cuando mostré la primera versión, recibí buenas reacciones de amigos y familiares. Incluso me llegó una invitación de pequeñas aceleradoras de startups interesadas y de propietarios de agencias de viajes interesados en Voyaige.
Comencé a investigar otras startups relacionadas con el turismo financiadas por YC, la aceleradora a la que estaba interesado en aplicar para su grupo de verano. Encontré empresas como Wanderlog (W19) y Tab (W15), que parece que no han crecido mucho (al menos no lo que se espera de una empresa de tecnología financiada por capital de riesgo). Aún así, quería hacerme una idea de lo que estaban haciendo, no quería copiarlos per se, pero al menos tener una vaga idea de lo que estaba funcionando y lo que no.
Mi esposa y yo nos fuimos de viaje a Europa por mes y medio y, más que pausar el desarrollo de Voyaige, esto ayudó a la exploración de otras funcionalidades de la plataforma. Cada vez que llegábamos a una nueva ciudad o país surgían ideas para mejorar Voyaige. Agregar distancias entre puntos de interés, modos de transporte, platillos locales, reglas culturales no escritas, etc. Lo mejor de todo es que podía hacer pruebas en campo en tiempo real de diferentes ciudades.
Cuando regresamos del viaje con todas estas nuevas ideas, creé este mapa de producto de lo que veia en un futuro para Voyaige y cómo llevarlo a la viabilidad comercial. Tecnológicamente todo está bien, las respuestas de la IA deberían seguir mejorando. Pero la IA no es una milagro tecnológico (por ahora), tiene sus detalles. Aunque es excelente para sintetizar información a partir de contenido que un humano proporcione, no es muy buena para generar contenido de calidad desde cero (al menos no en este momento, en el futuro creo que eso cambiará), tiende a alucinar con todo eel contenido del internet y no estoy seguro de cómo llegará a evolucionar con el nuevo contenido sintético (generado por otra IA) que se está por hacer en los siguientes años.
Otro detalle de Voyaige es que no encontré una vía comercial viable. ¿Cómo hacer dinero con esto? ¿Cobrar con un modelo de suscripción para tener acceso a funcionalidades premium? Las personas no viajan continuamente como para estar suscritas meses, como si fuera un servicio como Spotify o Netflix. ¿Comisiones si reservas un hotel o un avión a través de la plataforma? Algo ya hecho cientos de veces por otras empresas y poco interesante para mi gusto. ¿Anuncios? A menos que seas una red social de uso general como TikTok, Facebook, Reddit o Instagram, tiene sentido como modelo de negocio. No encontré una forma interesante de monetizarlo.
Estas dos razones: la utilidad de la IA y el camino poco claro hacia la monetización, me llevaron a pausar el desarrollo durante una semana. Estuve buscando en qué circunstancias la IA (en su estado actual) produce resultados de alta calidad. Entendí que la calidad de los resultados generados por una IA está vinculada a la calidad de los datos de entrada que recibe. ¿Y qué mejor calidad que el material proveniente de expertos en sus respectivos campos, como maestros y los libros de texto? Después de debatir la idea con un amigo, nació Diactico: un asistente de inteligencia artificial diseñado para ayudar a los maestros con la preparación de sus clases.
Por lo pronto, adiós Voyaige, hola Diactico.